Hoy día se ha establecido un hobby banal y facilón, una
tendencia a escala social que consiste en etiquetar, en marcar con hierro
candente y estigmatizar a individuos, sociedades, países y demás, por determinados
acontecimientos puntuales, generalmente de aspecto negativo, dejando tras de sí
un sello imborrable en la imagen de los que realmente padecen la injusticia.

¿Qué es lo que ocurre? Que en esta información a la que
tenemos acceso no se respetan muchos de los pilares básicos del periodismo: la
veracidad, la contrastación de la información, el rigor periodístico o la
objetividad y se cae con bastante frecuencia en el sensacionalismo y el sectarismo. El
escritor francés Gilbert Cesbron dijo una vez que “los medios de comunicación,
en especial la televisión, nos proporcionan temas sobre los que pensar, pero no
nos dejan tiempo para hacerlo”. El resto, en la formación de una idea
equivocada sobre alguien, lo hacen el odio, el fanatismo y la falta de dos dedos
de frente, ya que como seres racionales que nos hacemos llamar tenemos una gran tendencia a 'irracionalizar'.
Llamémosles estereotipos, llamémosles malinformación o autoinculpémonos
por dejarnos guiar por ideologías que moldean informaciones fáciles y marcan
el día a día alimentando nuestra creciente incompetencia convirtiéndonos en poco más que rebaños.

A decir verdad,no tenemos cadenas que rodeen nuestros
pies, ni estamos encerrados tras unos barrotes, pero no nos consideremos entes
libres de formar y tener un pensamiento y una idea de concebir aquello que nos rodea
a partir de nosotros mismos, de nuestra capacidad de raciocinio y juicio, sin influencia alguna. Ese es el problema, se nos
ha olvidado (como se le olvida a un enfermo de Alzheimer reconocer a sus seres
queridos) y no sabemos pensar por nosotros mismos sin que alguna mano nos guíe
y cree en nosotros esa sensación de necesitar sentirnos identificados a favor
de algo y, por consiguiente, en contra de otro algo. No hay que inclinarse,
necesariamente, por uno u otro lado. Por su suerte, y por mucho que nos emperremos en demostrar lo contrario, en esta vida no hay verdades absolutas.
¿Por qué tenemos que vivir tan condicionados y con ese miedo
interior suscitado por medios de comunicación e intereses?
Bob Marley cantó en su canción 'Redemption Song' lo siguiente: “Emancipate yourselves from mental slavery, none
but ourselves can free our minds”, o lo que es lo mismo, “Emancipémonos de
nuestra esclavitud mental, nadie más que nosotros puede liberar nuestras mentes”.
¡Qué grande Bob! Como todos los genios en su ámbito, eras un adelantado a tu
tiempo.
Por si os apetece escuchar este gran tema con trasfondo social, os dejo un enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario